dulkamara bamboo corrige carencias y equilibra la piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y el más pesado. Sus funciones son fundamentales para el mantenimiento de la salud. Sobre todo porque es un órgano estrechamente vinculado al sistema nervioso. La piel protege el cuerpo humano de cualquier tipo de ataque externo. Para ello la piel desarrolla un pH ligeramente ácido que se debería respetar en los cuidados de belleza e higiene.
La composición de la piel incluye agua, lípidos, proteínas (aminoácidos esenciales), vitaminas y minerales, indispensables para mantener activa su propia regeneración celular. El setenta por ciento de la piel es agua, de ahí su gran vitalidad. Cuando la piel está bien hidratada se regeneran las células cutáneas siguiendo un ciclo natural y equilibrado; de lo contrario se produce una carencia de lípidos. Los lípidos ayudan a restaurar la función de barrera que la piel tiene, y a restablecer sus membranas celulares. Y esa carencia, en definitiva, provocaría deshidratación, pérdida de elasticidad y ahí es cuando las arrugas comienzan a surgir.
A semejanza de las plantas, la piel necesita limpiarse, hidratarse, nutrirse, fortalecerse, protegerse… El aporte de los principios activos adecuados ayuda a que se mantenga equilibrada y a retrasar eficazmente su envejecimiento.
La piel regula la temperatura corporal eliminando el calor y evaporando el sudor secretado, a la vez que elimina todas aquellas sustancias que sean nocivas. Por eso es muy importante evitar productos oclusivos para no interferir en las funciones que mantienen la piel sana.
Los productos dulkamara bamboo contribuyen a mantener el equilibrio orgánico de la piel y su capacidad funcional.