Nuestra compañera Eli nos explica todo lo que aporta a nuestra piel cuando nos aplicamos los productos dulkamara bamboo.
El BAMBÚ, nuestro ingrediente estrella, facilita la reconstrucción de una piel, nutrida desde la base. Tiene un alto contenido en SILICIO ORGÁNICO BIODISPONIBLE, oligoelemento que interviene en la síntesis del colágeno y la elastina, ayudando a proteger, corregir y fortalecer el tejido conjuntivo. En este tejido conjuntivo, el Silicio forma parte de los glicosaminoglicanos (ácido hialurónico) que hidrata, suaviza y mejora la elasticidad, primordial para la Tersura de la piel
En nuestro exclusivo proceso de elaboración, utilizamos especies de bambú que nos permiten obtener extractos de sus yemas y médula, partes más ricas y activas de la planta, siempre en continuo crecimiento. De este modo, conseguimos gran aporte de Silicio para la piel provocando una acción que mejora los problemas de flacidez cutánea, las estrías y las arrugas, es decir, antienvejecimiento. Por ello, toda nuestra línea es reafirmante. Importante en los procesos metabólicos y en la vida celular, el Silicio ayuda, también, a mejorar los problemas de quemaduras solares.
El Bambú es, por otra parte, una maravillosa fuente de minerales, como hierro, potasio y calcio, con propiedades antiinflamatorias, purificantes y drenantes y contiene casi todos los aminoácidos esenciales que conforman las proteínas, minerales y vitaminas que aportan a la piel la materia estructural. Así mismo, aporta flavonoides, venoactivos y vasoprotectores que fortalecen la piel y el cabello. Es antioxidante, estimula la circulación y protege de la luz solar.
Auténtico nutri-cosmético natural.
También, contamos con una elevada carga de enzimas que activan los procesos metabólicos de la piel aportando la parte energética.
En torno a semejante riqueza y en perfecta dosificación y sinergia, se reúnen otros fito-ingredientes, aceites vegetales y aceites esenciales, para configurar la gama de productos dulkamara bamboo.
Incuestionablemente, el satisfactorio resultado se refleja en la epidermis, con una tersura inigualable y un aspecto luminoso y aterciopelado.