Protege tu piel del frío!!!
Crema facial hidronutriente.
Aporta resistencia a los cambios de temperaturas, incluso en las pieles más finas, frágiles y sensibles, incluido contorno de ojos.
Fortalece la piel, mejora la cuperosis, antenúa arrugas, unifica el tono, hidrata y nutre en profundidad. Un tratamiento completo.
Apoyo eficaz en pieles secas, con descamaciones y/o dermatitis.
Cuando llega el invierno…
El frío hace que los capilares se contraigan, disminuya la irrigación sanguínea y que lleguen menos oxígeno y nutrientes a las células. Este fenómeno provoca que se retrase la renovación celular y se acumulen las células muertas.
Con el frío disminuye la secreción sebácea, la grasa de la piel no alcanza cantidad suficiente como para proteger y lubricar la epidermis y sentiremos la piel tirante con un aspecto reseco. En una piel fina este fenómeno es más evidente.
El uso de las calefacciones también juega en contra de la buena hidratación de la piel y se reseca. Además, nos vestimos con más ropa, entorpeciendo el proceso de transpiración cutánea y, de nuevo, la eliminación de las células muertas.
Es frecuente la inercia de “olvidarse del cuerpo” durante los meses fríos, pero conviene saber que para obtener buenos resultados en la piel de la cara es importante cuidar al mismo tiempo la piel de todo el cuerpo porque la piel es una unidad.
Masaje y exfoliación
El auto-masaje con producto saludable, aceite o crema, además de nutrir y aportar lípidos para mantener una hidratación equilibrada, es un excelente ejercicio para que nuestro cuerpo no quede olvidado y la piel se oxigene y se alimente.
Una práctica recomendada, después de la ducha y con la piel todavía húmeda, es masajear el cuerpo con Fito-emulsión corporal que se funde rápidamente con la piel, porque es un producto respetuoso con la naturaleza de la piel. Además, no la “tapa” con sustancias no afines a ella como son las parafinas, los tensioactivos, etc.
Si además realizamos una exfoliación, estamos ayudando a reequilibrar todo ese intercambio celular que se ha quedado ralentizado. No son necesarias grandes inversiones de tiempo, sobre todo si se realizan con los productos adecuados.
Un ritual equilibrado, por ejemplo, sería mezclar Aceite revitalizante, cuando ya tenemos la mezcla hecha del Peeling vegetal bambú con el agua floral, o agua de calidad. Masajear suavemente durante 10 minutos, con movimientos espirales en el rostro y manipulaciones más amplias en el cuerpo. Al mismo tiempo que se realiza la exfoliación, la piel recibe los nutrientes del aceite, y queda hidratada, luminosa y suave.
La acción cosmética biológica gana relevancia por la noche
Durante el día nuestra piel ha soportado el frío, el viento, la contaminación y, quizá, impurezas de productos químicos y, para que la epidermis realice correctamente sus funciones de respiración, drenaje, regulación de temperatura y recupere su equilibrio, es necesario que duerma libre de impurezas porque, además, mientras duerme drena toxinas del organismo.
Al acostarnos recurriremos a las Savias de bambú, auténtica joya cosmética natural que reúne una extraordinaria acción limpiadora con un aporte inigualable de nutrientes esenciales. Si nos parece necesario, podremos reforzar la nutrición añadiendo una crema o aceite.
Cada quince días, podemos reforzar la limpieza en profundidad y el drenaje de toxinas disfrutando reposadamente de una Mascarilla.
Alimentar la piel
En invierno reforzamos el aporte de nutrientes reparadores, tales como vitaminas A y E, proteinas, ácidos grasos esenciales (omegas), antioxidantes, silicio orgánico, etc. porque, a falta de luz y sol, nuestra piel precisa mayor apoyo.
Por ejemplo, debemos apoyar la biosíntesis del colágeno para evitar pérdida de resistencia y tersura y, con ello, la flacidez. O potenciaremos el aporte de Omega 3, ácidos grasos esenciales que nutren, reparan y rejuvenecen la piel dotándole de mayor elasticidad.
En los productos (lociones, cremas y aceites) dulkamara bamboo encontraremos los fito-ingredientes, aceites vegetales y aceites esenciales de mayor calidad que, afines al organismo y correctamente dosificados, van a ayudar a la piel a soportar las inclemencias del tiempo.
Recordemos la Emulsión reafirmante, para el rostro y durante el día, muy especial en el frío. Y para las pieles que se enrojecen con facilidad, la Crema facial hidronutriente.
No olvidemos el cabello
Que, después del verano, está más reseco y ha perdido brillo. Para que recupere su buena salud, su luminosidad y afronte mejor el invierno, es recomendable un tratamiento semanal con el Oleo activo capilar, que integra las bondades del aceite de coco y las plantas de romero y salvia. Estas plantas fortalecen el cabello gracias a sus nutrientes y antioxidantes. Sus aceites esenciales específicos mejoran la circulación del cuero cabelludo y aumentan el intercambio de nutrientes. El resultado un pelo más luminoso que favorece al mismo tiempo el descanso facial.