El poder del SOL. Te enseñamos cómo estar bella y radiante disfrutando de tu piel VIVA este verano

El sol es primordial, es la fuente de energía que alienta la vida y es el principal estímulo para sintetizar la vitamina D.

La vitamina D es esencial para la absorción de calcio y fosfato, fortalece huesos, dientes y músculos (estimula el crecimiento de las células musculares).

 

Si nos exponemos a él con moderación y con sentido común, adecuando la duración y la frecuencia de la exposición a la intensidad de la luz solar y a la sensibilidad del tipo de piel, sus radiaciones van a generar efectos muy positivos en nuestro organismo.

Una exposición moderada al sol proporciona, psicológica y fisiológicamente, salud, sosiego mental y bienestar general.

Estimula la circulación sanguínea, aumenta la formación de hemoglobina y también puede promover una reducción de la presión arterial.

 

Estudios demuestran que la vitamina D tiene una variedad de importantes beneficios como equilibrar la azúcar en sangre, proteger contra 18 tipos diferentes de cáncer, ejerce un importantísimo impacto en el sistema inmune resolviendo resfriados, virus, bacterias, y protege contra el raquitismo y la osteoporosis. Mejora el sistema inmunitario y nuestro estado de ánimo.

En el verano hay que cuidar la piel del foto-envejecimiento, proceso visible en la epidermis cuando aparecen arrugas y manchas.

 

Las quemaduras solares favorecen el foto-envejecimiento. Son lesiones temporales de la epidermis que pueden ser ligeras con eritemas o dolorosas con ampollas en los casos más graves. Además, las quemaduras solares son acumulativas, en efecto, la piel memoriza. Evitaremos una exposición prolongada, sobre todo, en las horas de máxima intensidad. Es aconsejable “tomar el sol” por la mañana de 8 a 12 y a partir de las 5 de la tarde.

 

 

Hay un dato importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir el protector solar adecuado para cuidar la salud de nuestra piel:

Que no contengan ingredientes nocivos o inocuos, oclusivos, irritantes o aquellos de origen natural no reconocibles por nuestro organismo o por la piel como:

  • Química verde (Cetearyl Alcohol, Caprylic/Capric Triglycerides, Glyceryl, Caprylate, etc.)
  • Grasas minerales derivadas del petróleo, siliconas, parabenos, colorantes, glicerinas, aditivos artificiales (colorantes y perfumes sintéticos).
  • Grasas vegetales saturadas, modificadas o hidrogenadas.
  • Espesantes (Goma Xantana, glicerinas minerales o vegetales…)
  • Filtros solares químicos ni nanopartículas

 

Además sabemos que:

Los protectores solares con SPF 15 filtran aproximadamente 93% de los rayos UVB, mientras que los protectores solares con SPF 30 filtran aproximadamente el 97%, los protectores solares con SPF 50 filtran alrededor del 98% y los que tienen SPF 100 aproximadamente el 99%.

 

El factor de protección solar indica la fracción de rayos ultravioleta (los causantes de las quemaduras solares) que recibe la piel protegida. Por ejemplo, un índice de protección solar 20 significa que un 1⁄20 de los rayos ultravioletas llegará a la piel.

 

 

 

¿Cada cuánto tiempo tengo que reponer mi protector solar?

Existen diferentes escalas para la valoración de la protección solar en función de la zona y depende de la radiación UV diaria.

Según el fototipo de piel, multiplicaremos los minutos que puede estar la piel al sol sin quemarse x el número SPF.

 

Fototipo I. Piel muy clara, se enrojece y se quema con facilidad, le salen pecas y cuesta mucho ponerse morena. Normalmente, sin protección solar, empieza a quemarse después de 10 minutos al sol. Tardaría 6 veces ese tiempo con un FP6 (60 minutos o 1 hora), y en el caso de un FP20 (200 minutos o 3,3 horas)

 

Fototipo II. Piel clara, se puede broncear ligeramente, se quema con facilidad y se le enrojecen los pómulos. Normalmente, sin protección solar, empieza a quemarse a partir de los 10-20 minutos. Tardaría 6 veces ese tiempo con un FP6 (de 60 a 120 minutos o entre 1 y 2 horas) y en el caso de un FP20 (de 200 a 400 minutos o entre 3,3 y 6,6 horas)

 

Fototipo III. Piel con color sin tomar el sol, su broceado intensifica su color y es un poco dorado.  Tiempo de exposición, sin protección solar, sin que la piel se dañe es a partir de 20-30 minutos. Tardaría 6 veces ese tiempo con la FP6 (de 120 a 180 minutos o entre 2 y 3 horas) y en el caso del FP20 (de 400 a 600 minutos o entre 6,6 y 10 horas)

 

Fototipo IV. Piel ligeramente oscura que se broncea con facilidad y no suele quemarse. Tiempo de exposición, sin protección solar, sin que la piel se dañe es a partir de 30-45 minutos. Tardaría 6 veces ese tiempo con la FP6 (de 180 a 270 minutos o entre 3 y 4,5 horas) y en el caso de la FP20 (de 600 a 900 minutos o entre 10 y 15 horas)

 

Fototipo V y VI. Piel morena (marrón), oscura, su bronceado es marrón oscuro, no suele quemarse. Tiempo de exposición, sin protección solar, sin que la piel se dañe es a partir de 60 minutos. Tardaría 6 veces ese tiempo con la FP6 (360 minutos o 6 horas) y en el caso de la FP20 (1200 minutos o 20 horas)

 

 

 

Cómo evitar y cómo tratar las manchas de la piel

Se localizan principalmente en la cara y el escote por estar más expuesta a las radiaciones solares y hay que tener en cuenta que existen causas que favorecen su aparición.

Causas internas como las alteraciones hormonales, la toma de anticonceptivos y los tratamientos con medicamentos fotosensibles. Y, externamente, determinados perfumes, conservantes o grasas sintéticas pueden favorecer la aparición de manchas al exponernos al sol, al igual que influye la polución ambiental.

Es muy importante salir a la calle con la piel bien limpia, libre de oxidantes y, con un buen protector solar.

Para ello, recomendamos un sencillo ritual de belleza para preparar tu piel con este «sueño de verano«.

 

1-Exfoliar la epidermis por la noche, con el Peeling vegetal bambú mezclado con el Agua floral limón a partes iguales. Se puede repetir una o dos veces por semana, mojando la piel y masajeándola, suavemente, con el exfoliante, con movimientos circulares. (Importante que la piel no se encuentre enrojecida por el sol).

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2- Depurar, higienizando y drenando la piel, cada mañana y cada noche. Por la mañana utilizaremos la Leche virginal bambú y por la noche lo haremos con las Savias de bambú, ya que sus componentes vegetales actúan inhibiendo los radicales libres (responsables del envejecimiento), apaciguan la piel y ayudan a resistir los efectos del estrés ambiental.

 

Las Savias de bambú, reducen visiblemente el exceso de aceites y elimina las impurezas de la superficie de la piel, proporcionando un aspecto más sano y equilibrado.

 

Si tienes la piel muy seca, añade una pulsación del Aceite revitalizante a las Savias de bambú cuando te realices la biolimpieza por la noche.

 

Si tu piel es fina, sensible y reactiva, limpia tu piel con la Leche virginal bambú, mañana y noche.

 

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3- Durante la exposición solar, nuestras medidas de protección.

La utilización de fotoprotectores no debe considerarse un seguro para prolongar la exposición al sol. Siempre insistimos en que podemos prevenir “males mayores” con sentido común, con prudencia y recordando la camiseta, la gorra, la sombrilla…., sobre todo con los más pequeños.

 

Nuestros protectores solares ayudan a prevenir la aparición de manchas y el envejecimiento prematuro. Para ello utilizamos filtros naturales que hidratan la piel de forma natural y aportan antioxidantes vegetales.

 

La piel consigue mayor grado de protección, incrementando el contenido de melanina de la epidermis, con una alimentación rica en clorofila, beta-carotenos, antocianos y ácidos grasos esenciales.

 

Desde el exterior, dulkamara bamboo proporciona fórmulas que aportan nutrientes y antioxidantes vegetales muy aconsejables, a través de la piel, para mantenerla sana durante el verano.

 

NUESTROS FILTROS SOLARES SON NATURALES

 

 

Aplicaremos la Crema bioactiva FP6 a diario, como producto protector y rejuvenecedor. Y, sobre todo, media hora antes de la exposición al sol (playa, montaña). Volver a aplicar regular y generosamente para mantener la protección, especialmente después de nadar o cuando hay mucha sudoración, y renovarla cada 2 horas si se está expuesto de forma continuada.  Es una crema de textura ultra ligera, hidratante, no grasa, antioxidante y libre de sustancias artificiales, protege naturalmente todo tipo de piel contra la aparición de manchas oscuras y arrugas, además, fortalece tu propia protección natural haciendo que cada año tu piel sea más resistente al sol.

 

En pieles fotosensibles, muy blanquitas, que se queman con facilidad o con alguna afección, recomendamos aplicar el bioprotector FP20. Renovaremos su aplicación después de cada baño o cada 4 horas en pieles con fototipo medio/bajo. (cada 1,5 h en fototipo 1, cada 3 horas en fototipo 2, cada 5 h en fototipo 3, cada 7 horas en fototipo 4 o cada 10 horas en fototipos 5 y 6).

 

Si se tiene alguna manchita en la piel, o algún tipo de afección, si se desea, se puede aplicar una segunda capa del bioprotector FP20, aportando un plus de protección.

 

Por la pureza de sus ingredientes, recomendamos mantenerlo en una nevera cuando nos encontremos en la playa o en la piscina para mantener su textura cremosa. Si llegara a fundirse, recuperaremos su textura si lo metemos 20 minutos en el congelador.

4- Después de la exposición solar.

Como aftersun, aplicar después de la ducha cuando se llega a casa, la Crema bioactiva FP6 por su poder  regenerante “aftersun”. La Crema bioactiva FP6, contiene extracto de regaliz que suaviza y calma el eritema solar, el enrojecimiento de la piel y es un eficaz y regenerante «aftersun». Su acción biológica es muy adecuada en caso de pieles sensibles, delicadas e irritables, sustentada en una maravillosa asociación de aceites vegetales muy nutritivos y “alisantes” (Jojoba-karité-sésamo-aguacate) potenciada por los extractos de malvavisco y bambú.

 

En el rostro, cuello y escote, podemos aplicar también el bálsamo, si tenemos la piel muy fina, sensible, reactiva o un poquito seca, tirante o enrojecida, para calmarla y repararla, aumentando la sensación de bienestar  y confort.

 

En el caso de haber alguna zona muy enrojecida o un poco quemada, o alguna zona con manchas, aplicar buena capa de el bálsamo durante el día. Recomendamos aplicar un poco de la Mascarilla al acostarse después de pulverizar la Leche virginal bambú, y dejar actuar durante toda la noche. Si notas la piel seca, mezcla un poco de Aceite revitalizante con la Mascarilla para aportar un extra en hidratación, por ser rico en ácidos grasos esenciales insaturados (Omega 3, 6 y 9), vitaminas E y C, carotenos y taninos.

 

MAQUILLAJE NATURAL CON PROTECCIÓN SOLAR

 

La Crema complex color, es un maquillaje natural saludable de vocación protectora y embellecedora.

Tiene protección solar.

Es un tratamiento natural hidratante y nutritivo, con pigmentos de arcillas naturales que depuran, absorben impurezas, calman, desestresan y desintoxican la piel.

Ideal para aplicarla en verano sola, mezclada con cualquiera de nuestras cremas o después de nuestros protectores solares, la Crema bioactiva FP6 o el bioprotector FP20.

Armoniza la epidermis, unifica, realza el tono y matiza las manchas cutáneas.

Tonifica, vigoriza y revitaliza.

 

 

 

CUIDAMOS LA SALUD DE TU PIEL RESPETANDO LA NATURALEZA

PROTEGE TU PIEL Y EL MEDIO AMBIENTE CON NOSOTROS

 

NUESTROS FILTROS SOLARES SON NATURALES

 

Nuestras cremas solares ecológicas con certificado BIO, contienen filtros naturales biológicos y físicos, y en ningún caso filtros químicos,  que te protegen contra la radiación solar respetando y protegiendo el Medio Ambiente.

 

Cuida tu piel con dulkamara bamboo y contribuirás a proteger nuestro planeta.

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Nuestra cosmética, noble y natural 

está elaborada con ingredientes vegetales procedentes de cultivos ecológicos certificados.

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